UN ANIVERSARIO PARA LA MEMORIA
ADIOS VERDUGOS
UN BANQUERO Y UN SUEÑO
¿LOS SABIOS DE TVE?
El pasado 28 de octubre Televisión Española celebró su 50 cumpleaños. Los festejos no fueron excesivos porque el ente anda camino de mandar a la calle a más de 4000 trabajadores y no está el horno para bollos. Son cinco décadas que forman parte de la memoria sentimental de millones de españoles, especialmente de los que parpadeamos durante años cuando ése era el único c ana l.
Cuando José Luis Rodríguez Zapatero llegó a la presidencia del Gobierno anunció a bombo y platillo un gran proyecto para remodelar la televisión pública, modernizarla y acercar sus contenidos a los de otros grandes c ana les europeos como la BBC. Para ello se creo un Comité de Sabios, formado por personalidades de la filosofía o las ciencias sociales que durante un tiempo reflexionaron acerca del papel que debe tener en una sociedad como la nuestra una televisión pública estatal.
El informe del Comité de Sabios hablaba de una programación de servicio público, que ocupara los espacios que las televisiones que dependen del libre mercado no quieren ofrecer, que se ocupara principalmente de temas culturales y sociales. Se trataba del proyecto de una televisión formativa, educativa y que fomentase el espíritu crítico de los ciudadanos.
Pero si uno echa un ojo a TVE 1 es difícil encontrar la filosofía del Comité de Sabios plasmada en la programación. Puedo encontrar programas como Mira quien baila, donde la nieta del generalísimo Franco se pone a sueldo de todos los españoles; o el programa Ankawa, donde Bertín Osborne con la repetitiva recua de famosetes se divierte unas horas, o Cine de Barrio, donde no se utiliza nuestra filmografía para ana lizar lo que fuimos y entender lo que somos, sino para hacer un folklore inspirado en el lado más casposo del día de la raza.
Realmente se trata de una televisión pública difícil de defender y mucho más si tenemos en cuenta que los costes causados por el mantenimiento de tanta caspa catódica han generado una deuda que supera los 7000 millones de euros. Una gestión tan deficitaria a cambio de una programación que en su horario de máxima audiencia ofrece contenidos cuyo único fin es atrapar una porción de la tarta publicitaria.
Recientemente en un desayuno informativo un periodista le preguntó a Carmen Cafarell, la directora del ente, si tenían pensado tomar algún tipo de m edi da contra los gestores que habían contribuido a crear esa gigantesca deuda.
La existencia del Comité de Sabios y de su informe parece más bien una coartada que un proyecto real. Ni siquiera ahora, que se prepara la regulación y la prejubilación de miles de trabajadores, se plantea que forma parte del proyecto de hacer una televisión pública que cumpla un servicio real a los ciudadanos.
En algunos países europeos se pagan impuestos especiales para las televisiones públicas. A mí no me importaría hacerlo si viera en TVE programas que ayudan a la gente a ensanchar su cultura; si viera en la televisión otras voces que a menudo no llegan a las pantallas. Rectificar es de sabios. Les estoy esperando.
Publicado el 1 de noviembre de 2006
A LA PAZ, PAZ Y AL VINO, VINO
Durante la mañana de hoy, la sede del Parlamento Europeo en Estrasburgo debatirá en su plenario general la propuesta de dar respaldo al proceso de negociación entre el gobierno español y la banda terrorista ETA, tras la declaración pública de alto el fuego permanente que tuvo lugar el pasado 22 de marzo.
Dicen algunos dirigentes del Partido Popular que José Luis Rodríguez Zapatero no ha tenido suficiente con romper España y ahora quiere hacerlo con Europa, dividiendo en dos grupos a los parlamentarios que representan la soberanía de la Unión Europea.
El proceso de paz es un río revuelto al que todos los pescadores quieren echarle sus redes. Los dos partidos mayoritarios lo utilizan como una herramienta que puede dar y quitar en las próximas contiendas electorales.
Eso hace que sus actitudes no sean a menudo todo lo claras que deberían ser. Por parte del Gobierno se repite que la sociedad española no va a tener que pagar un precio político por el fin de la violencia etarra. Es difícil creer que dos partes de un conflicto se sienten a negociar sin que ambas vayan a beneficiarse en algo.
Desde el 11 de septiembre de 2001, día que hundieron las torres gemelas y en especial desde los atentados en los trenes de Madrid del 11 de marzo de 2004, el terrorismo de ETA estaba herido de muerte, criminalizado y perdiendo los pocos apoyos internacionales que podía tener.
El Gobierno español tiene que haber establecido una hoja de ruta en la negociación con ETA en la que los negociadores van seguramente unos cuantos pasos por delante de lo que los ciudadanos vamos conociendo. Tendrán que permitir que Batasuna se presente a las elecciones, tendrán que acercar los presos, reducir condenas y otras cosas que permitan que ese fin de la violencia se afiance.
Esa labor permitirá al PSOE trabajar electoralmente sobre una mayoría social que está evidentemente a favor del fin de la violencia y en ese sentido es posible que alcancemos las elecciones generales de 2008 y los españoles tengamos que elegir entonces entre un gobierno que negocia la paz, el del PSOE; y uno que no lo hace, el del PP. Dependerá de los negociadores el manejo de los tiempos, de las crisis y de los avances.
En cuanto al Partido Popular, la postura que ha elegido es comprensible e incomprensible. En los últimos años los dirigentes populares han vinculado estrechamente su identidad a los sectores conservadores de las víctimas del terrorismo de ETA. Pero lo que resulta sorprendente es que utilicen una serie de adjetivos descalificativos para unas maniobras de negociación que el gobierno de José María Aznar llevó a cabo en el año 1998. Y si entonces consideraban que era pertinente llevarlas a cabo, lo mismo debe parecerles en estos momentos.
De lo que se trata es de que las víctimas tengan apoyo de las instituciones y de que se construya una nueva situación en la que las armas no vayan por delante ni por detrás de las ideas. Y que cada cual se descubra de sus intereses de partido y compatibilicen la justicia con el bien común.
Publicado el 25 de octubre de 2006
LUZ Y TAQUÍGRAFOS
Es una fotografía que he visto en muchas portadas de periódicos. Un político fuerza una sonrisa hasta poner en riesgo su esternocleidomastoideo. Está sentado junto a una gran mesa y rodeado de fotógrafos y operadores de cámara de televisión. Su sonrisa parece sacada de un estudio de diseño gráfico. Frente a él un notario sujeta con sus manos un documento y sonríe de una forma mucho más natural que el candidato.
En un momento el candidato firma el documento y su rostro resplandece, conocedor de que está protagonizando una imagen que yo y otros muchos miles de personas contemplarán en los m edi os de información. Artur Mas firma ante notario una promesa que hace a sus electores; que tras las elecciones catal ana s no pactará con el Partido Popular. Estratégicamente es una buena jugada para él y una puñalada para Josep Piqué. Mas se ofrece ante el electorado catalán de derechas como única posibilidad de un gobierno conservador y hace un llamamiento a los votantes del PP para que frenen al tripartito votándole a él. También habrá electores con una fuerte identidad nacionalista que duden entre el voto a CiU o el voto a ERC y una convergencia sin componente español le acabe siendo más atractiva.
Conociendo esa imagen me podría preguntar dónde han llegado los políticos que para tener cr edi bilidad necesitan un notario, porque los electores ya no creen en ellos. Pero no es así. Artur Mas ha conseguido con ese acto público que los m edi os de comunicación le entreguen ese mensaje a los electores conservadores que no quieren que se repita el tripartito y están dispuestos a “catalanizar” su voto popular o a derechizar su voto a esquerra.
El acuerdo notarial presentado por Artur Mas es sólo una cáscara, una estrategia personal que nada dice del contenido político que tendría un gobierno presidido por él. No dice nada de los 23 años de gobierno de Pujol en los que Cataluña se convirtió en una de las Comunidades Autónomas con menos gasto educativo. No dice nada de lo que hará con problemas como la inmigración o con la sanidad pública.
La profesionalización de la política y el marketing electoral han hecho que las formas sean más importantes que los contenidos. Artur Mas puede cumplir su acuerdo de no pactar con el PP, pero eso no dice nada de lo que ocurrirá con sus m edi das políticas. Sin embargo habrá gente que por esa forma decida darle su voto.
Lo que estaría muy bien por parte de Mas sería que si alcanza la presidencia de la Generalitat aplicara la misma transparencia con la que ha firmado el acuerdo notarial en su política diaria. Hace unos meses saltó el escándalo del 3%, las supuestas comisiones por obras públicas que CiU recibió durante años. Lo que parecía un escándalo de grandes dimensiones fue camuflado por una cortina de humo a la que contribuyeron todos los partidos con representación en el Parlamento catalán. Sería bueno que ese notario que ha trabajado en el inicio de la campaña lo hiciera todos los días, vistiendo de transparencia lo que en los últimos tiempos navega en la oscuridad. Luz y taquígrafos para una política sin sonrisas de diseño.
Publicado el 18 de octubre
LO QUE NO SE VE
El conflicto internacional acerca del ensayo de armamento atómico de Corea del Norte ha despertado la sombra de un posible enfrentamiento nuclear, denunciado por Estados Unidos, el país que cuenta con el arsenal más potente del planeta, capaz de convertir esta Tierra en la que vivimos en polvo cósmico. Pero las armas inmensamente letales que no se ven, las químicas, las que se guardan en ocultos laboratorios, no forman parte de ningún debate político.
La periodista Ana Politkovskaya muere asesinada de cuatro tiros cuando estaba finalizando una investigación acerca de las violaciones de derechos humanos que el gobierno ruso está llevando a cabo contra ciudadanos chechenos. Cerca 300 periodistas han sido asesinados o hechos desaparecer desde 1991. Nunca sabremos quién lo hizo y la verdadera razón que detonó la decisión de asesinarla.
El ex presidente norteamericano Bill Clinton consigue miles de millones de dólares para que el tercer mundo pueda acceder a la compra de medicamentos. Un dinero que irá a parar a las arcas de la industria farmacéutica, que ha recibido esta iniciativa como si se tratara de una propuesta desinteresada. En cambio a pesar de que el tercer mundo compre los medicamentos a un precio menor, los beneficios de esa industria en esa operación seguirán siendo milmillonarios.
El gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero ha mantenido una imagen de distancia con George Bush, desde la retirada de las tropas españolas de Irak. Se trata de una cuestión de imagen, porque esa enemistad no impidió que 150 vuelos de la CÏA aterrizaran en suelo español llevando en sus bodegas a presuntos terroristas que estaban siendo torturados y llevados a cárceles secretas.
El periodista German Yanke abandona el telediario de la cadena Telemadrid que presentaba todas las noches. Se trata del canal público de la Comunidad Autónoma de Madrid (CAM). Hace unos días Yanke entrevistó a la presidenta de la CAM, Esperanza Aguirre, y le preguntó si tenía ambiciones en la política nacional. Aguirre le reprochó en antena al periodista que estaba comprando los argumentos de sus adversarios políticos. Una semana después Yanke dimite por presiones políticas y la cadena pública asegura que se trata de una cuestión de presupuestos para producir su telediario.
La realidad que vemos, la que nos dejan ver, es a menudo la punta de un iceberg. Los hechos esconden su verdadero significado. No vemos ni conocemos la potencia del armamento químico que tiene el gobierno Bush. No vemos las presiones qué padeció la periodista Elena Politkovskaya ni los vericuetos por los que tuvo que avanzar en sus investigaciones. No vemos el incremento de los beneficios de la industria farmacéutica que produce el acceso a los medicamentos del tercer mundo. Tampoco cómo se produjeron las autorizaciones para que los vuelos de la CIA tomaran tierra en suelo español. Ni las presiones que pudo sufrir el periodista German Yanke tras entrevistar a Esperanza Aguirre. Pero mirando y analizando con inteligencia los acontecimientos podemos entender que lo que verdaderamente pasa es lo que no se ve.
SÓLO UNA FICCIÓN
Con las nuevas tecnologías, la vida cotidi ana se está haciendo muy compleja. Hasta hace unos años era fácil distinguir la realidad de la ficción. No tenías ni que pensarlo. Cada una caminaba por su lado y apenas tenían roces. Lo que yo sabía perfectamente era distinguirlas. Aquí una y ahí la otra. La frontera que las separaba estaba perfectamente definida. Eran como dos animales de especies diferentes. Yo las percibía e inm edi atamente podía decir: aquí están las cosas que ocurren realmente y aquí las cosas que pasan ficcionadamente. Eso me daba una gran tranquilidad porque sabía qué suelo pisaba cuando llegaba información a mi cerebro a través de los sentidos.
Pero últimamente las cosas han cambiado mucho y esas dos sustancias con las que nos relacionamos han perdido impermeabilidad. Se han vuelto porosas, transitables y a menudo el apéndice de uno se introduce en la otra y viceversa. El mundo cada vez es más virtual y en ese territorio tenemos que movernos los seres humanos en las sociedades industrializadas.
El vídeo de la campaña contra el hambre en el que se ve cómo unos jóvenes se adentran en el hemiciclo del Congreso de los Diputados es un claro ejemplo de lo que digo. Su difusión ha causado un gran debate, quizás excesivo. Unos dicen que ha sido una afrenta el hecho de que unos jovencitos se hayan “colado” en el lugar donde reside la soberanía del pueblo y que merecen un castigo. Otros argumentan que los muchachos no han hecho nada a nadie y que como lo hacían por una nueva causa hay que quitarle hierro al asunto. El vídeo trata de vendernos una ficción en el envase de la realidad.
En los últimos años, con la llegada de los programas de televisión que se conocen como reality shows, la realidad ha comenzado a difuminarse y comportarse como la ficción. El anuncio de la campaña contra el hambre ha sido eso; un intento por hacer creer que alguien había robado la silla del Congreso de los Diputados en la que se sienta el presidente del Gobierno.
A fuerza de confundir una cosa con la otra los seres humanos de las sociedades computerizadas vamos a dejar de distinguir lo que nos rodea. Será una forma de volver a la caverna. El mito de la caverna de Platón decía más o menos que lo que percibimos los seres humanos son las sombras de una realidad que ocurre fuera de nuestro cerebro, una realidad a la que nunca vamos a poder mirar a los ojos.
El problema nació cuando la luz y la sombra empezaron a parecerse. Los hombres empezaron a hacer guerras en nombre de la libertad de los pueblos, pero les interesaba la libertad de las empresas. Las desgracias que sólo habíamos conocido en las películas entraban en los tel edi arios en forma de aviones que se estrellaban contra rascacielos o asesinos en serie que asaltaban colegios.
A pesar de lo dicho tengo que reconocer que no todas las realidades son blandas porque las hay inconfundibles, que no cambian y que nunca serán ficción. Una realidad que consiste, por ejemplo, en que el presidente Zapatero seguirá teniendo su asiento en el Parlamento. Y otra, que los gobiernos occidentales, a pesar de que puedan hacerlo y lo han prometido varias veces, no harán que el hambre en el mundo sea sólo una ficción.
Publicado el 4 de octubre de 2006
AZNAR NO ENCUENTRA SU SITIO
Aznar prefiere d edi carse a la guerra santa, para la que parece designado por una divinidad. Ha exigido que los musulmanes pidan perdón por la invasión de un país llamado España, pero que no existía en el año 711. Ha reivindicado la labor de los Reyes Católicos que expulsaron a los “moros” y unificaron una parte de la península ibérica. Sin duda se trata de un hombre que no es de su tiempo; con la mentalidad que tiene debería haber nacido en el siglo XV.
Publicado el 27 de septiembre de 2006
LA PRIMERA PIEDRA
LOS HOMBRES GRISES
PUERTAS AL CAMPO
Me costaba creer que pudiera intentarlo de nuevo. Pero me lo contó con total normalidad. Tenía un hermano en Ámsterdam y otro en Barcelona y no estaba dispuesto a ser “el hermano pobre” de la familia. Recuerdo que me dio una tarjeta de la peluquería en la que trabajaba en Fez, mientras me contaba con una sonrisa en los labios lo ilusionado que estaba con su nuevo intento. Su historia me dio la medida del poder de atracción que tiene Europa para los habitantes del continente africano que quieren prosperar o escapar de la miseria.
El deseo de prosperar, de huir de la miseria y de proporcionarle a la familia un futuro mejor no se puede vallar, ni eliminar con unas patrullas marítimas. Es evidente que el fenómeno de la inmigración es mucho más complejo y que Europa es en buena parte responsable del problema actual, por la explotación colonial que hizo, y que en parte sigue haciendo, del continente africano.
Para abordar una solución real es insuficiente que los chicos de Moratinos ofrezcan ayudas económicas a los gobiernos a cambio de que controlen sus costas. Hay que mirarlo de forma compleja y entender que la solución pasa por atacar el problema de raíz. Mientras el futuro económico y socialmente digno sea una franquicia, a la que buena parte de los habitantes del planeta no tiene acceso, no cambiará el rumbo ni la intensidad de la inmigración. El fin de la miseria debe ser un objetivo prioritario de la comunidad internacional. Y para solucionarlo realmente, se deben sustituir las medias represivas por políticas comprensivas.
ECHAR LEÑA AL FUEGO
Los primeros en pagar el pato de mi rabia van a ser los responsables de la Xunta de Galicia. El aumento de superficie quemada este verano, con respecto a la del año pasado, puede que salga de una simple regla de tres si introducimos el porcentaje de disminución lluvias en los últimos meses. Pero por haberse tratado de un año de sequía, deberían haber multiplicado su plan de prevención de incendios.
También tiene su parte de responsabilidad la oposición, que ha vivido el mismo año de sequía y, con tantos años de experiencia de gobierno, debería haber reaccionado. Cuando uno está en política debe ser responsable; tanto si gobierna como si no lo hace.
Hemos vivido durante cuarenta años en una dictadura donde los gobernantes, a golpe de casquillo, no ejercían responsabilidades sobre sus actos. Es más, nuestra actual democracia se constituyó sobre su misma impunidad y de aquellos polvos, estos lodos. Y una sociedad cambia más rápido su apariencia que su mentalidad.
El caso de las responsabilidades me sirve para el metro de Valencia, el hundimiento del barrio del Carmel o los repetidos accidentes laborales en los que generalmente los trabajadores son enterrados sin la presencia de ningún cargo institucional.
El político debe interpretar permanentemente lo que ocurre con inteligencia. Si está gobernando tiene el deber de anticiparse a las desgracias, al menos a las que avisan. Y si está en la oposición también tiene ese deber y no sólo el de atacar al contrario. Hubiera estado bien que el PSOE avisara hace unos meses del mal funcionamiento del metro de Valencia o que el PP hubiera reclamado un plan especial antiincendios al principio del verano, como consecuencia de la falta de lluvias. Mucho nos habríamos ahorrado.
La política que se ejerce en nuestro país está movida en demasiadas ocasiones por la intención de derribar al contrario. Y vuelvo al pasado, cuarenta años de una dictadura que derribó una democracia y de una democracia que para regresar intentó derribar a una dictadura.
Y desde ese pasado también hay leña para los ciudadanos, que viven en la misma realidad, que han vivido esa sequía y que delegan demasiadas cosas en los políticos. Venimos de una sociedad donde el dictador Francisco Franco esgrimía su gran principio: “Haga como yo, no se meta en política”. Y de aquellos polvos, estos lodos.
Somos una sociedad que no gobierna sus desgracias, sino que lo hace cuando ya han ocurrido. Hay una especie de delegación en la providencia divina que en una civilización que cuenta con importantes instrumentos científicos y tecnológicos no deberíamos tolerar. Tenemos que exigirnos y exigir a los políticos que las utilicen para mejorar nuestra calidad de vida y que no dependamos de la improvisación cuando alguien con la insana intención de quemar un bosque decide que nuestro futuro sea vivir rodeados de cenizas.
LA REALIDAD
¿UN MUNDO FELIZ?
El psicólogo social británico, Adrian White, de la Universidad de Leicester, ha presentado un estudio planetario sobre los índices de satisfacción de los ciudadanos de 178 países. Se trata de saber lo contentos que estamos los habitantes de este planeta, si es que queremos verlo por el lado positivo, porque su estudio también mide el grado de infelicidad que producimos los seres humanos que habitamos la Tierra.Del estudio se pueden extraer tres conclusiones fundamentales. Como todos somos consumidores de felicidad e infelicidad es posible que parezcan evidentes. La primera de ellas es que el dinero es uno de los indicadores que influyen en el grado de la alegría humana. No es determinante a partir de un cierto nivel, en el que está garantizada una buena capacidad de consumo. Dinamarca es, según el estudio, el país en el que la gente está más satisfecha. Se trata curiosamente de un lugar donde se pagan muchos impuestos y la gente tiene muchos servicios sociales. Y es que el siguiente factor que parece determinante en la felicidad humana es la salud y para eso nada mejor que una buena cobertura médica pública, como la danesa. El siguiente punto importante, en tiempos de paz, es la educación que es la formación que la sociedad da a los individuos para que se desarrollen, interpreten el mundo en el que viven y se relacionen con los demás. Esa es otra cuestión que tiene que ver con las aportaciones que los ciudadanos hacen al Estado y que demuestra lo importantes que son las medidas políticas para la felicidad social. Cuando un país tiene el nivel de satisfacción de Dinamarca se siente generoso y tiene ganas de ayudar a los demás. Desde hace años el gobierno danés dedica el 1% del Producto Interior Bruto al desarrollo del tercer mundo, mientras en países como el nuestro los distintos gobiernos llevan años prometiendo un 0,7% que no acaba de llegar.Pero hay más cosas curiosas en la sociedad danesa que pueden darnos pistas del camino hacia la felicidad. Por ejemplo, el hecho de que el 75% de los trabajadores daneses pertenecen a un sindicato, lo que ha desarrollado cualitativamente la relación entre los empresarios y los trabajadores. Un ejemplo, no existe como en otros países un Salario Mínimo determinado por el Estado, porque no hay empresarios con la mentalidad de exprimir al trabajador para aumentar el beneficio. Son cosas que evidentemente ayudan a que la población se sienta satisfecha y entienda que eso genera calidad de vida.En esa geografía de la felicidad, la parte de la península ibérica que habitamos ocupa el puesto 46. Estamos muy contentos del sol y el mito de trabajar para vivir y no vivir para trabajar. Pero necesitamos un poco de humildad para aprender a construir una sociedad que escale puestos en ese índice. Para eso debemos mejorar nuestra enseñanza pública, que es la que genera cohesión social y cambiar nuestra mentalidad. Somos el país con uno de los sueldos mínimos más bajos de la UE, donde se trabajan más horas y los empresarios tienen el mayor índice de beneficios, donde la inversión en sanidad es de las más bajas. Y todo eso es así porque está escrito en nuestro cerebro y que nosotros podríamos cambiar. Otra cosa es porqué no lo hacemos.
EL VERANEO DE AZNAR
El verano sirve para eso, para apartar las preocupaciones y relajarse sin pensar que la vida tiene un lado oscuro. Pero mientras los ciudadanos comunes y corrientes se relajan y hacen sudokus, algunos líderes mundiales aprovechan esa distracción de la opinión pública internacional para colar algunos acontecimientos que serían rechazados por el común de los mortales.
Y es que los líderes internacionales son muy listos o gastan mucho dinero en asesores. En concreto me refiero a los grandes líderes de la historia o de la política planetaria, los grandes estadistas que saben gobernar el mundo; ordenar un bombardeo de civiles cuando medio occidente está veraneando o acusar a un país de armas que no tiene, que es una buena forma de gestionar los asuntos de este nuestro pequeño mundo.
Pero cuando esos grandes líderes se ponen a trabajar generan añoranzas en otros que se creyeron piezas fundamentales para la historia. Hombres que no asimilaron su pequeñez o la forma en que terminaron su actividad política que se miran reflejados en el espejo de la posteridad y se ven agrandados, cuando deberían verse deformes, como los que pasean por la Calle del Pez en el famoso libro de Valle Inclán, Luces de bohemia.
Como España ya es una potencia mundial en todo, también lo es en este tipo de personajes. Algunos de ellos los hemos exportado a universidades norteamericanas o a grandes grupos de comunicación, para que puedan demostrar que son imprescindibles.
Estos personajillos aprovechan la falta de noticias en verano para rematar un gol con la mano. Ha sido el caso de José María Aznar, que acaba de apoyar el bombardeo del Líbano a pesar de lo cientos de muertos que hasta ahora ha producido.
Se trata del mismo Aznar al que no le tembló la mano cuando decidió apoyar una intervención en Iraq cargada de mentiras y que ha causado miles de muertos. Un hombre al que se le queda pequeña la máxima del “ojo por ojo” y que para las relaciones internacionales prefiere las bombas que las reuniones en las que se dialoga y se puede llegar a un acuerdo sin necesidad de hacer despegar bombardeos.
Lo peor de ese tipo de líderes es que después no asumen responsabilidades y son capaces de cualquier cosa para salvar su pellejo. Lo vimos en el caso de los atentados de Madrid, donde Aznar participó en una de las más grandes mentiras de la historia.
Con sus declaraciones sobre lo que debería ocurrir en el Líbano, nos demuestra su gran preocupación por el bienestar de la humanidad. Es de agradecer que permanezca fiel a sus principios y no cambie de chaqueta, como hacen otros. Pero sería mucho mejor que se dedicara a los negocios, que ya tiene bastante. Y después que se relaje, que la condecoración que no pudo comprar con el dinero de todos los españoles al Congreso de los Estados Unidos se la impondrá cualquier día de estos las Federación Internacional de Fabricantes de Bombas.
Publicado el 26 de julio de 2006
LA JUSTICIA VA POR BARRIOS