Blogia

OTRA MIRADA

ESPEREMOS QUE HAYA PAZ

ETA ha anunciado el final del alto el fuego. Se trata, sin duda, de una trágica noticia de la cual desconocemos las consecuencias. Ojalá que no tengan la oportunidad de poner en práctica su decisión y que nunca más allá una víctima suya.
Pero lo que conocemos es sólo la punta de un iceberg. No sabemos qué es lo que ha ocurrido para que ETA haya tomado esa decisión, que no puede ser justificada en ningún caso. Aunque su argumento sea la imposibilidad para haber participado libremente en las elecciones, algo se ha debido quebrar en las negociaciones del Gobierno para que la banda terrorista haya decidido dar ese paso. El Ministro de Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, lleva unos meses relativamente alejado de la vida pública, quizás dedicado a buscar ese camino negociado hacia la paz.
El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, ya anunció que se trataría de un proceso largo y difícil, dos expresiones suficientemente genéricas como para pensar que este era uno de los escenarios posibles. Nada en la declaración de Zapatero tras el anuncio de ETA hace pensar que el ejecutivo haya cerrado cualquier posibilidad de regresar a la negociación. El comunicado de la banda terrorista asegura que una de las causas de la ruptura es el conjunto de medidas represivas que personaliza en la figura del Presidente. Algo que contradice todas las afirmaciones hechas por líderes del PP acerca de la rendición de Zapatero ante la banda armada.
Mientras los partidos políticos se pelean para obtener una mayor rentabilidad o un menor desgaste por este asunto, es ocasión de plantearse algunas cosas. Una de ella es, ¿hasta dónde estaba y está dispuesta la ciudadanía a negociar con la banda armada? Quizás en un momento como este, si los ciudadanos tuvieran que elegir entre una negociación o un regreso de la violencia, serían muchos los que apoyarían la negociación.
Uno de los escenarios posibles de cara a las elecciones generales sería que los ciudadanos llegaran a esos comicios con la posibilidad de elegir una paz negociada con algunas concesiones o una política exclusivamente policial. Esa podría haber sido uno de los escenarios manejados por Zapatero. La toma de decisiones con respecto a las negociaciones está marcada por el calendario electoral. Y quién sabe si en un futuro así podría ser.
Lo ocurrido con la banda armada y la interrupción de la negociación podría sepultar electoralmente al Presidente. También podría ser la catapulta que abra para Mariano Rajoy la posibilidad de habitar en el Palacio de La Moncloa.
Durante los años de lucha antiterrorista se ha demostrado que la labor policial no es suficiente para neutralizar la capacidad de ETA para cometer atentados. Si la vía negociada era posible hace un año o hace dos, no hay razón para pensar que haya que dejar de trabajar desde la política por una solución concertada. Esperemos que ETA no acabe con una sola vida más y que la posibilidad de alcanzar una solución negociada se mantenga hasta alcanzar un acuerdo. Esperemos que haya paz.
Publicado el 6 de junio de 2007

GAY-TÁNAMO EN POLONIA

Los Teletubbies son cuatro muñecos de un programa infantil que hace unos años se convirtieron en un fenómeno internacional. Los creó la cadena británica BBC y desde la Gran Bretaña saltaron a las televisiones de m edi o planeta. Son como cuatro peluches idénticos y gigantes. En los primeros programas lo único que hacían era jugar en un jardín. No hablaban, simplemente balbuceaban, jugaban y a veces miraban a un cielo en el que dentro de un sol se reía un bebé. De vez en cuando un conejo atravesaba la colina de hierba en la que se divertían. Una musiquilla de fondo, suave y monótona, acompañaba  las imágenes.
Ese fenómeno televisivo alcanzó el mundo del comercio y los fabricantes de falsificaciones comenzaron a producir Teletubbies a un ritmo vertiginoso. En mercadillos y fiestas podían verse los peluches piratas que los niños demandaban ávidamente, por haberse convertido en auténticos ídolos infantiles. Millones de infantes se han educado con ellos sin que ningún departamento de psicología del ancho y largo mundo haya detectado alguna conducta desviada por el hecho de haberlos visto.
En Polonía gobiernan los hermanos Kaczinski; dos gemelos que han dado grandes muestras de homofobia. Una de sus m edi das más polémicas ha sido investigar a los funcionarios del Estado para descubrir quiénes son homosexuales. Si descubren a uno le expulsan de su puesto de trabajo, algo que debe mejorar incalculablemente la gestión pública. Los gemelos conservadores han inventado la homofobia preventiva. Con chivatos e investigadores, el gobierno polaco trabaja sin descanso para erradicar la perversión y el daño que le hacen a la sociedad las personas que no son heterosexuales.
En su afán por la búsqueda de la pureza heterosexual de los polacos el gobierno Kaczinsky ha iniciado una investigación para comprobar si uno de los cuatro Teletubbies podría tener ciertos comportamientos homosexuales. La sospecha no ha surgido porque uno de los muñecos haya copulado con otro. Surge porque en sus gestos no transmite suficiente virilidad. El objetivo es expulsar al programa de la televisión polaca si se constata que uno de los Teletubbies es gay.
La homofobia de Estado que practican los hermanos Kaczinsky está suc edi endo en el marco de la Unión Europea. Pero las autoridades de Bruselas no están tomando m edi das contundentes contra ellos. Polonia es uno de los núcleos estratégicos para las grandes empresas de nuestro continente: ciudadanos con cierta formación que cobran bastante dinero menos que un europeo “de primera”. Pero los socios de la UE no deberían permitir que una discriminación como esa ocurriera en su territorio.
La ola neoconservadora que está despertando es tremendamente dañina y supone una regresión al puritanismo decimonónico. Las ideas de los líderes polacos son casi gemelas a las de Bush. Después de haber reconquistado el neoliberalismo económico, tras el fin de la guerra fría, los líderes reaccionarios quieren moralizar sus sociedades y disminuir los derechos de la ciudadanía. Y como no hay moral sin doble moral, el método Kaczinsky denuncia lo que él mismo es; una perversión.
Publicado el 30 de mayo de 2007

LOS PADRES DE LA DEMOCRACIA

Cada vez que acudo a un colegio electoral para depositar mi voto, siento una emoción especial; y eso que la primera vez que lo hice fue en marzo de 1986 y voté no en el referéndum de la OTAN. En nuestro país el sufragio universal se conquistó durante la Segunda República y en especial gracias a Clara Campoamor, una política que debatió sin descanso hasta conquistar el voto para las mujeres en unas elecciones generales. Así, en noviembre de 1933, las mujeres acudieron a las urnas y lo pudieron hacer aquí antes que en otros países europeos como Francia o Suiza.
Después llegaron los cuarenta años de oscuridad y terror en los que el dictador Francisco Franco secuestró la democracia y la posibilidad de manifestar públicamente unas ideas que no fueran las suyas. Lo hizo en nombre de la lucha contra la invasión del comunismo soviético, sabiendo que el Partido Comunista había obtenido en las elecciones de febrero de 1936, cinco meses antes de su golpe de Estado, algo más de un cuatro por ciento de los votos.
En nuestro país, como en muchos otros de nuestro entorno, en cada elección hay un alto porcentaje de abstención. Millones de personas no acuden a votar; en muchos casos porque no confían en los políticos, algunos no creen en la democracia y otros porque consideran que su voto no sirve para nada.
Existen otros países donde los ciudadanos tienen la obligación de votar, igual que tienen la de hacer la declaración de hacienda o pagar sus impuestos. Si el elector no tiene fuerza mayor para acudir a depositar su voto tendrá que pagar una multa. Eso ocurre en países europeos, como Bélgica y Holanda o en otros como Argentina y Australia.
En el mundo se han diseñado diferentes métodos para construir la representación política de los ciudadanos. En España, por ejemplo, se utiliza la ley D’Hont. Se trata de una fórmula matemática para transformar los votos en escaños o concejalías. Es una ley desproporcional, que favorece a los dos principales partidos haciendo que un diputado les “cueste” muchos menos votos que al tercero o a los siguientes. En otros países se han buscado formulas de compensación pero en el nuestro, aunque a veces se ha debatido, no parece que ninguno de los dos grandes partidos esté dispuesto a perder una cuota de poder por amor a la proporcionalidad.
Cada vez que presento mi DNI ante los miembros de una mesa electoral, es un momento emocionante. Entonces me puedo acordar de mucha gente que conozco y que durante los largos y tenebrosos años sin libertad del franquismo, no podían soportar que sus hijos, sus vecinos y sus conciudadanos no tuvieran derecho a opinar, a votar o a expresarse libremente y se jugaron la vida, dejaron su juventud entre rejas, para que yo pudiera estar aquí escribiendo estas líneas. Eran tan demócratas que se jugaron la vida para conquistar la libertad. Hombres y mujeres que no podían vivir simplemente con palabras, necesitaban hechos. Y cada vez que ejercemos colectivamente el derecho al voto tenemos que agradecérselo. Y aprender que, como ciudadanos, además del voto tenemos que participar para exigir que se cumpla la política que hemos votado. 
Publicado el 23 de mayo de 2007

¿LLEGA LA PAZ?

Algo tiene que estar pasando en el diálogo del que no sabemos nada para que el rey Juan Carlos I haga unas declaraciones en las que manifiesta su apoyo al proceso de paz a través de las numerosas alabanzas a lo ocurrido en Irlanda del Norte. Allí, los dos bandos enfrentados acaban de conformar un gobierno en coalición, después de varias décadas de lucha armada que han dejado a su paso cientos de muertos. Parece un milagro laico que quienes durante muchos años ejercieron mutuamente la violencia como una forma de eliminación del adversario se hayan repartido los cargos de un gobierno autónomo.

 

Cuando el rey Juan Carlos interviene en un asunto tan conflictivo entre los dos partidos mayoritarios y apoyando con claridad la opción política del PSOE es porque alguna garantía debe haber tenido de que el proceso largo y difícil ha encauzado alguna vía de solución. Algo debe estar pasando cuando desde el pasado mes de diciembre la banda terrorista ETA no ha vuelto a poner una bomba y por eso es preciso analizar por qué lo hizo en lo que se consideraba una tregua y valorar por qué no lo hace después de haberla roto.

 

Los acontecimientos relacionados con el proceso, que apuntan casualmente, a pesar de la independencia de poderes, en una misma dirección, no parecen ser solamente una buena racha de Otegi y los suyos. Cuando en la comparecencia en el Senado tras el atentado de Barajas, el presidente Zapatero aseguró no ser el único presidente que había cedido a las presiones de ETA estaba dando numerosas pistas acerca de lo que estaba ocurriendo en la trastienda de la negociación.

 

El atentado de Barajas pudo ser en cierto modo una demostración de fuerza de la banda terrorista para exhibirle al Gobierno su capacidad para provocar una tragedia. En una negociación cada una de las partes utiliza las herramientas que está habituado a manejar. El Gobierno puede ofrecer algunas medidas de gracia, la articulación de mayor o menor presión policial y el cambio de condiciones políticas. Pero los terroristas ponen sobre la mesa aquello a lo que están acostumbrados.

 

Desde hace tiempo no recibimos información acerca de lo que está ocurriendo con ese proceso largo y difícil que se plasmó en la tregua permanente anunciada por ETA el 22 de marzo de 2006. Sin que el Gobierno hable apenas del asunto las piezas han comenzado a deslizarse por un tablero que se parece demasiado a una hoja de ruta. El Ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, realiza su labor política relativamente apartado de los medios de comunicación en los que tenía una mayor presencia cuando era diputado que ahora que se sienta en el Consejo de Ministro.

 

Las piezas se mueven y sus cambios podrían señalar el camino hacia una solución negociada. Es impensable que el rey Juan Carlos pudiera haber hecho unas declaraciones de ese tipo sin la garantía de que no habrá atentados. Si a los pocos días de realizarlas hubiera ocurrido otro Barajas, la imagen de la monarquía se hubiera visto seriamente dañada. Es muy probable que el Rey haya apostado a caballo ganador. Independientemente de cómo representen lo que pase, lo importante es que el proceso acabe construyendo la paz.

 Publicado el 16 de mayo de 2007

¿El espíritu de Robin Hood?

Un grupo de antropólogos de la Universidad norteameric ana de San Diego, una de las más prestigiosas del estado de California, realizó recientemente un estudio bastante interesante, aunque no vaya a revolucionar el futuro de la humanidad. Se trataba de experimentar con las relaciones que establecían entre miembros de un grupo creado para la ocasión y su comportamiento ante las diferencias económicas. Para ello reunieron a un grupo de 120 estudiantes y les repartieron distintas cantidades de billetes que no eran de curso legal, con la intención de crear entre ellos diferencias monetarias.
 Los participantes fueron separados en grupos pequeños que interactuaban y cambiaban sus miembros para evitar la “intoxicación” del ensayo científico. Los organizadores del experimento querían que la cantidad monetaria fuera el factor determinante en el comportamiento de los estudiantes. Y una de las cosas que podía  echar por tierra el ensayo era que los jóvenes respondieran a las simpatías o antipatías que pudieran generarse durante el juego.
Al final del trabajo y una vez revisado el comportamiento de cada uno de los participantes, los científicos llegaron a una conclusión que ha sido publicada recientemente en la prestigiosa revista científica Nature. Se podría resumir en la existencia de una tendencia natural en las personas a quitar al que tiene más y dar al que tiene menos. Eso quiere decir que cada ser humano lleva dentro un Robin Hood, un alma justiciera dispuesta a quitarle al rico para que tenga el pobre.
Sin poner en duda el rigor del estudio, uno mira al mundo y ve lo efímeras que son nuestras tendencias naturales; especialmente las buenas. Nacemos con esa intención de repartir la riqueza, pero algunos se olvidan rápido de ella y comienzan a acumular cantidades escandalosas de dinero mientras otros viven condenados a respirar en el umbral de la pobreza.
El pasado lunes el presidente del gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, hizo público un informe económico con las principales macrocifras del año 2006. Lo hizo en el edi ficio de la bolsa, a donde, que yo sepa, jamás ha llegado alguien a convertir la especulación en justicia social.
Nuestro país no podría participar en un certamen de robinhoods porque se trata de una de las economías europeas en las que hay más margen de beneficio empresarial. Eso nos ha llevado a que varios españoles hayan entrado en los últimos años en la lista de los más ricos del mundo. Lo que no sabemos, porque de eso no suelen hacerse estadísticas, es si el número de robinhoods ha aumentado o disminuido en los últimos años.
Es una trag edi a que teniendo esa tendencia natural a que nadie sufra la pobreza vivamos en un mundo repleto de ella. En ese territorio en el que unos pocos acumulan en la m edi da en que les falta a otros es donde la política debe intervenir. Debe m edi ar para que nadie sufra carencias en un mundo con un nivel de producción capaz de abastecer a todos los habitantes del planeta. Así, el reparto de la riqueza no será solamente un experimento.


Publicado el 18 de abril de 2007

¿NUCLEARES? NO, GRACIAS

Esperando el comienzo de un tel edi ario me quedé adormecido sillón, aletargado por unas g ana s incontrolables de fabricar una siesta. Soñé que el cambio climático y toda la alerta actual acerca del calentamiento del planeta era sólo una estrategia de marketing de las compañías eléctricas. Que por eso coincidía toda la información acerca del futuro de la naturaleza con las opas y multiopas que están moviendo miles de millones de euros en el sector energético. Soñaba que todo el miedo que estaban despertando con el fin del mundo y la trag edi a ecológica que nos viene encima era principalmente el argumento para convencernos de que es preciso abrir unas decenas de centrales nucleares y entonces entendía por qué hay tanta pelea en las compañías por comprarse unas a otras. Menudo negocio les esperaba.
De aquel sueño de primera hora de la tarde me desperté con la televisión encendida. Entonces, en un informativo, oí que Irán lanzaba su proyecto para el tratamiento de uranio de forma masiva. Decía un titular escrito en la pantalla que Irán aumentaba su amenaza. ¿Qué amenaza?, me pregunté yo.
Estaba en ese momento en que todavía no había aterrizado del todo en la realidad y traté de sentirme amenazado por Irán, pero no lo conseguí. No quería darle muchas vueltas al tema y entonces zanjé el asunto deduciendo que quizás yo estaba incapacitado para sentirme amenazado por Irán. Por alguna razón que desconozco me imaginaba a un ayatolá con una bomba atómica en la mano y no me asustaba. No me pareció especialmente preocupante pero entonces comencé a jugar.
Repasé en mi cabeza algunos presidentes de gobierno extranjeros. Me imaginé a Ángela Merkel, la canciller aleman a, con una bomba atómica en la mano y no me asusté. Luego me imaginé a Jacques Chirac y tampoco tuve miedo. Imaginé a Putin y el pánico se apoderó de mí. Lo mismo me pasó con Tony Blair, pero fue mucho peor los de George Bush. La imagen de ellos dos con sendas bombas atómicas me hizo levantarme de un salto y mirar en todos los rincones de mi casa.
Vi detenidamente la noticia y reflexioné. Irán es uno de los mayores productores de petróleo de nuestro cansado y caliente planeta. El día en que el oro negro empiece a escasear no se sabe lo que ocurrirá. Sin que haya hecho falta que llegue ese momento, el gobierno de George Bush ya ha invadido un país en el que está controlando las decenas de miles de barriles que se producen diariamente. Mientras, en la prensa internacional, sólo se habla de los muertos en atentados en Irak que están tejiendo una gran cortina de humo para ocultar los beneficios económicos de la invasión.
Personalmente estoy contra la existencia de las bombas nucleares; mejor sería que no existieran. Pero dentro de las reglas dominantes del mundo en que vivimos entiendo que Irán quiera tener un armamento con potencia suficiente para defender el principal motor de su economía. Lo mismo que otros países la tienen. Eso me hace pensar que si George Bush dice que la energía nuclear iraní es una amenaza lo que realmente no quiere es que un país con tanto petróleo tenga capacidad para defenderse de una posible invasión.
Publicado el 11 de abril de 2007

¿LA IGLESIA DE LOS POBRES?

¿LA IGLESIA DE LOS POBRES?

Aunque no soy creyente, siempre he seguido con atención los acontecimientos relacionados con la iglesia católica. Se trata del mismo interés que me lleva a preocuparme por otros grupos de poder; instituciones determinantes para la vida de los ciudadanos de un país. La iglesia católica ha sido un elemento de poder político de primer orden, y lo sigue siendo, lo que dice mucho y poco de nuestra modernidad democrática.
Hace dos décadas que se extendió, especialmente en América Latina, la teología de la liberación. Se trataba de una corriente cristi ana que asumía el deber de trabajar con, por y para los más necesitados. Su labor se convirtió en un movimiento social que cuestionaba las relaciones del poder político y económico, en las que siempre perdían los mismos. Juan Pablo II reaccionó inm edi atamente para mitigar lo que consideraba una revolución en el seno de la iglesia. Y desde Estados Unidos se adentraron en el sur del continente movimientos evangelistas bien financiados con el objetivo de que los creyentes no cuestionaran ese orden establecido.
Desde hace años he leído cosas acerca de Enrique de Castro, un sacerdote que ha d edi cado su vida a los desheredados. He escuchado hablar de él cuando la periferia de Madrid asistía atónita a un peregrinar de heroinómanos que construían la casta más desasistida y habitante de la miseria de nuestra sociedad.
De Castro organizó servicios para los heroinómanos, para erradicar su ausencia de calidad de vida, para darles una oportunidad de romper el círculo de hierro de la miseria. Desde la Coordinadora de Barrios de Madrid hace muchos años que fue pionero en la creación de centros de restauración de muebles con los que dar una oportunidad laboral a esos olvidados. También estuvo al lado de los insumisos en su lucha contra el servicio militar obligatorio.
Ahora, el arzobispo de Madrid, Antonio María Rouco Varela, ha ordenado el cierre de la parroquia en la que el sacerdote de Castro desarrollaba su labor solidaria. Se trata de un lugar de encuentro para diferentes colectivos marginales: inmigrantes, madres de toxicómanos que no encuentran amparo en las instituciones,…
De nuevo la jerarquía de la Iglesia se aleja de los más necesitados y limita su labor, más preocupada en la defensa de una ideología conservadora y de sus relaciones de poder que en la búsqueda de una vida mejor para quienes padecen las dentelladas de la miseria y necesitan ayuda terrenal.
En los últimos meses la iglesia católica ha iniciado una persecución de los sectores más cercanos a la Teología de la Liberación , aquella que afirma, entre otras cosas, que el lugar donde debe estar un religioso es al lado de los pobres. Pero ese discurso no cala en Rouco Varela, responsable de una sociedad de la Conferencia Episcopal encargada de invertir en bolsa y obtener pingues beneficios que les permitan mantener su estatus. Los jerarcas católicos deberían plantearse cuál debe ser su lugar en el mundo y qué tienen que hacer para representar a un hombre que, de haber existido, vivió para ayudar a los más débiles. Amén.
Publicado el 4 de abril de 2007

LA POLÍTICA ES UN DERECHO

LA POLÍTICA ES UN DERECHO

El registro de un nuevo partido político, vinculado a Batasuna, que pretende presentarse a las próximas elecciones municipales ya es un hecho. Y ha coincidido con la creación de una inimaginable coalición en Irlanda del Norte, para la formación de un gobierno autónomo. En ella habrá miembros de los dos grupos enfrentados durante décadas; los independentistas, liderados por Gerry Adams; y los unionistas, con el reverendo Paisley a la cabeza.

Puede que no sea casual la elección del día y que los promotores de la nueva formación política de la izquierda abertzale hayan querido contar con el apoyo indirecto del proceso irlandés como una referencia.
Ahora veremos qué ocurre con la herramienta aprobada por el Congreso de los Diputados en el año 2002 para ilegalizar a Batasuna; la Ley de Partidos. Esa regulación dice en su Artículo 9, punto 2 a ) que serán ilegalizadas judicialmente las fuerzas políticas por: “Vulnerar sistemáticamente las libertades y derechos fundamentales, promoviendo, justificando o exculpando los atentados contra la vida o la integridad de las personas, o la exclusión o persecución de personas por razón de su ideología, religión o creencias, nacionalidad, raza, sexo u orientación sexual”.
Se trata de un texto que se desliza por el pantanoso terreno del derecho a la acción política, algo extremadamente delicado. Si leo el texto anterior y busco referencias en la actualidad puedo pensar en la guerra de Irak, puesto que cuando la ley habla de “atentados contra la vida o la integridad de las personas” no hace mención a la geografía en la que se cometan esos atentados o a la nacionalidad de las víctimas.
También se ocupa la ley de la posibilidad de ilegalizar partidos políticos que generen “exclusión”. Según la Real Academia excluir es: “Descartar, rechazar o negar la posibilidad de algo”.Y entonces pienso en qué es exactamente la exclusión y en cómo se mide. Por ejemplo, la Comunidad Autónoma de Madrid, gobernada por Esperanza Aguirre, ha excluido a la asociación de víctimas del 11 M que preside Pilar Manjón de las ayudas destinadas a ese tipo de colectivos.
Y cuando habla de exclusión por razones de raza pienso en los cientos de excluidos que vemos hacinados en centros de inmigrantes, navegando en los barcos de la miseria, en busca de un puerto que los acoja, como si en vez de hombres y mujeres que huyen despavoridos de la extrema pobreza, fueran apestados.
El registro de la nueva organización política con la que Batasuna abre una nueva oportunidad para que el Partido Popular reaccione con el mismo comportamiento histérico que mantiene últimamente y convoque una nueva manifestación para acusar al Gobierno de rendirse ante los asesinos.
La democracia es el ejercicio de fomentar y garantizar la participación política del diferente. Y eso requiere aprendizaje y voluntad. La ley es una norma que todos debemos cumplir sin excepciones. Entre esos dos polos debería transitar la normalización del proceso político vasco.
Publicado el 28 de marzo de 2007

POBRES MILLONARIOS

Nuestro país nunca se ha caracterizado especialmente por sus conquistas. Durante siglos hemos sido una Armada Invencible del eterno retorno que se ha hundido en diferentes momentos en que la historia parecía favorable. Lo mismo ha ocurrido en numerosas ocasiones con nuestras selecciones deportivas, especialmente con la selección de fútbol que nunca ha equiparado con sus resultados el hecho de que en nuestro país se juegue la liga de las estrellas.
Pero desde hace unos días parece haber surgido una selección que está dando buenos resultados y que, si nada lo trunca, van a ser especialmente duraderos y exitosos. La semana pasada la revista Forbes hizo pública la lista de los millonarios de nuestro planeta y entre ellos había veinte españoles; veinte bolsillos privilegiados capaces de las mejores plusmarcas de acumulación de capital, capaces de ganar en un día lo que la mayoría de los mortales no lograremos ganar en toda la vida.
De los cuarenta y ocho nuevos millonarios que han aparecido en la reciente edición de la revista, diez son españoles. Eso nos ha convertido en la primera potencia mundial en la fabricación de millonarios y sin estar en el G-8. Producimos millonarios con más facilidad que Alemania o Estados Unidos y eso es algo que nos debe hacer sentir bien.
Se trata de un dato muy útil a la hora de presumir en el extranjero frente a ciudadanos de algún país que no logra acercarse a nuestra plusmarca. Si alguien me pregunta por qué España tiene los sueldos más bajos de los países del euro les diré que no importa, que nosotros mandamos cada vez más personas al cielo de los pingües beneficios. Y si me argumentan que nuestras pensiones también son muy bajas, lo mismo que nuestro gasto en educación o en sanidad pública les diré que tampoco importa porque cada vez hay más millonarios y pueden educar a sus hijos en los mejores colegios del mundo y acceder a la mejor sanidad del planeta. Y además argumentaré que si este año hay en el informe de pastosos sin fronteras un español por cada dos millones, el año que viene seguro que serán más y que se preparen los demás países.
Y si para molestarme me dicen que algunos de esos millonarios han hecho su fortuna a base del sudor de decenas de miles de personas que pasarán media vida pagando una hipoteca y siendo mileuristas contestaré que lo importante es tener la oportunidad de contribuir a que la selección de milloneuristas obtenga títulos y buenos resultados. Y terminaré la conversación añadiendo que cada vez que leo en la lista Forbes el nombre de un millonario español me siento orgulloso de haber contribuido a mejorar el mundo por haber puesto mi granito de arena para que hayagente que puede llegar sobrada de dinero no a fin de mes, sino a fin de siglo.
Ironías aparte, lo que haría si pudiera sería editar a nivel internacional la revista Pobres. En ella publicaría la lista de los menos millonarios del planeta, de los ceroeuristas, de los miles de hombres y mujeres que no saben si a la mañana siguiente tendrán algo que darles de comer a sus hijos. A ver si un día podemos presumir de falta de pobreza que esa sería una excelente plusmarca.
Publicado el miércoles 14 de marzo de 2007

MUCHO MÁS ALLÁ DE LA REALIDAD

MUCHO MÁS ALLÁ DE LA REALIDAD

Los seres humanos dedicamos muchas energías a comprender la realidad. Según la Real Academia, se trata de la “verdad, lo que ocurre verdaderamente”. Eso significa que hay cosas que no ocurren verdaderamente. Saberlo me lleva a preguntarme qué es lo que hace que un acontecimiento sea real o no lo sea y algo más complejo aún, qué es lo que hace que las personas actúen en la realidad o lo hagan fuera de ella.
El pasado lunes Maria no Rajoy convocó una manifestación contra el traslado del etarra De Juana Chaos a un hospital en el País Vasco. Dijo el líder del Partido Popular que se trata de una rendición del Gobierno ante ETA y que es intolerable. Otra destacada líder popular, Esperanza Aguirre, aseguró que era lo peor que había ocurrido en España desde el intento de golpe de Estado de 1981.
Saber que pasan cosas que no son reales ni verdaderas me ha llevado a sospechar de lo que veo, oigo o leo. Por eso ahora les hago preguntas a las cosas, repaso lo que fueron y lo que son  y a veces descubro irrealidades que son reales y realidades que no lo son.
Cuando escuché como Esperanza Aguirre valoraba ese hecho me acordé de algunos que han sido sin duda mucho peores: el atentado de Hipercor, los miles de muertos desde entonces en accidentes de trabajo, de tráfico, las de mujeres asesinadas por criminales de género, el 11 M y tantos otros momentos que por desgracia hemos padecido desde que Tejero entró pistola en mano en el Congreso. Todas esas cosas me hacen pensar que Esperanza Aguirre no hablaba sino de otro lugar más cercano a su deseo.
También me ha llamado la atención la declaración de Rajoy al decir que es una manifestación convocada para las personas sensatas y normales donde se reunirán todos los demócratas. Escucho esas palabras y me vuelvo a preguntar por la cantidad de realidad que hay en ellas.
Es difícil saber qué cantidad de demócrata es una persona. Quizás una de las mejores formas de saberlo es en momentos históricos en que la democracia no existe y hay personas que sienten tanta necesidad de ella que son capaces de ir a la cárcel y jugarse la vida para que su sociedad disfrute de la libertad y el derecho a elegir. Aquí tuvimos una larga dictadura y miles de hombres y mujeres se dejaron la juventud luchando contra ella y regresaron al anonimato cuando el país recuperó las libertades. Esos son los demócratas más auténticos que tenemos.
Sabiendo que los gobiernos de Aznar excarcelaron a decenas de presos terroristas tengo que deducir que Rajoy arma tanto guirigay para distraer a la opinión pública. Y me voy a atrever a interpretarlo desde la realidad. El Partido Popular ha multiplicado la bronca pública en la sem ana en la que el juicio del 11M es más adverso para la gestión que hizo Aznar del atentado. Un juicio que no existe para la opinión pública ante la exaltación de la rendición de Zapatero. Me extraña también que se convoque esa manifestación la víspera del tercer aniversario del atentado del 11. Se trata de señalar hacia otro lugar, para que nadie mire hacia un día en el que ellos tuvieron una las peores actuaciones de un político español desde el golpe de Estado de 1981.
Publicado el 7 de marzo de 2007

EL CÓDIGO ACEBES

EL CÓDIGO ACEBES

Desde que los hombres desarrollaron una cultura para poder sobrevivir han necesitado normas para facilitar su convivencia y resolver conflictos. Al principio eran legislaciones consuetudinarias; reglas no escritas, que nacían de las costumbres. Cuando en algunas culturas comenzaron a existir colectivos que conocían la escritura y la lectura, algunos reyes quisieron perpetuar esas normas y hacerlas públicas para construir una ley sin excepciones.
Aunque no fue el primero de los códigos escritos que se conocen, quizás el más afamado ha sido el del rey Hammurabi. Se trata de una gran piedra de basalto en la que se inscribieron las normas del rey. Aquella roca se talló en Mesopotamia hace 3700 años. En la actualidad se encuentra en una sala del museo Louvre y cada año es visitado en la capital francesa por decenas de miles de turistas de m edi o mundo.
Las normas que el rey Hammurabi quiso perpetuar en él eran extremadamente rígidas y violentas, en una sociedad tremendamente injusta en la que la vida, además de corta, tenía un bajo precio. La creencia era entonces que las leyes del código eran leyes divinas y eso obligaba a su cumplimiento por una voluntad ajena al rey, una voluntad de la que era representante en la tierra y que coincidía con los intereses que le permitía perpetuarse en el poder y castigar a los que podía considerar sus enemigos. Era como si Dios le hubiera hecho un código a su m edi da.
Hammurabi había divido su sociedad en tres estamentos. Por un lado estaban los hombres libres. Después estaban los “muskenu”, que eran algo así como sirvientes con algunos derechos y cierta cualificación para la época. Y por último el código regulaba la existencia de los esclavos, hombres y mujeres sin derechos de los que los hombres libres podían abusar de forma arbitraria e impune.
Pero lo que más ha dado a conocer el código de basalto es la Ley del Talión que se expresaba de forma popular en el: “ojo por ojo, diente por diente”. Así, si un hombre robaba se le cortaban las manos y si un arquitecto había edi ficado una casa mal construida que tras derrumbarse mataba a uno de sus habitantes, el arquitecto era ejecutado.
Desde que Hammurabi consiguió vencer a la muerte y llegar hasta nuestro presente gracias a su código hemos tenido la suerte de que han cambiado muchas cosas. En países como el nuestro no existe la esclavitud y la privación de libertad se ha convertido en la forma en la que un delincuente es condenado por el incumplimiento de las normas que haya cometido. Por suerte, hemos abolido la pena de muerte y los acusados tienen derecho a una justicia básica, aunque a veces sea demasiado lenta o no del todo acertada.
En la manifestación de la AVT del pasado sábado, el secretario general del Partido Popular, Ángel Acebes, reclamaba una respuesta del Gobierno a la generosidad de las víctimas de ETA “que habían renunciado a tomarse la justicia por su mano”. Y lo dijo con total naturalidad, como si los seres humanos no hubiéramos progresado desde hace treinta y siete siglos, como si esa mañ ana hubiera charlado acerca de los problemas de nuestro país con el rey Hammurabi, como si dejar que los órganos de justicia hagan su trabajo fuera una pérdida de derechos.
Publicado el 28 de febrero de 2007

EL CAMINO DE LA CODICIA

EL CAMINO DE LA CODICIA

El grueso de las noticias procedentes de Iraq tiene que ver con las diferentes olas de atentados que se suceden desde que el país fue invadido por las tropas yankis. Poco sabemos acerca de la autoría de los mismos, de la procedencia de sus explosivos y de la labor de las tropas norteamericanas para tratar de sofocarlos.
Todo el ruido de esas bombas, del creciente y desgraciado número de muertos, de las dantescas imágenes de la terrible destrucción son una cortina de humo perfecta para que la opinión pública internacional no tenga ni idea de lo que ocurre tras el telón del terror. Nada o casi nada se sabe de lo que está ocurriendo con el petróleo iraquí, con el oro negro que atrajo a esos invasores que legitimaron su codicia con una amenaza fantasma.
De todas formas, con la impunidad que proporciona tener la mayor máquina de destrucción del planeta bajo sus órdenes, George W. Bush no ha dudado en ocupar el territorio de uno de los grandes productores de petróleo del planeta. Nada le ocurrirá a Bush y a los empresarios sin escrúpulos a los que representa a pesar de que sólo el año pasado hayan muerto 35.000 civiles iraquíes. Pero la sangre derramada de todos esos hombres y mujeres inocentes se multiplica como las acciones de una guerra que cotiza al alza en el mercado internacional.
Desde el principio de los tiempos las guerras han podido explicarse por leyes económicas, que son las que actúan en los conflictos internacionales. Detrás de la religión, de la lucha por una sucesión siempre existía un ansia de poder y de poseer.
Uno de los principios básicos de la macroeconomía es el abaratamiento de costes y el aumento de la rentabilidad de una inversión. Ese es el que Bush está a punto de aplicar. Una vez que ha mandado a sus decenas de miles de soldados a Iraq y que ha puesto en marcha la cadena de montaje invasiva, qué mejor que desplazarse unos kilómetros y, con el envío de unos pocos miles de soldados más, ocupar Irán y someter a otro de los principales productores de petróleo del planeta.
El delito iraní es tener la tecnología para montar una central nuclear, como tienen numerosos países del mundo, que no se han puesto a lanzar bombas nucleares por el planeta. Pero los iraníes son sospechosos de utilizar sus bombas para asesinarnos y el presidente Bush tiene que asustarnos y convencernos de que los protones de una bomba construida en Irán podrían acabar un día con nuestra vida.
Otros países menos golosos que Irán están desarrollando tecnología nuclear, como es el caso de Marruecos. Pero su subsuelo no es tan preciado. Además de que Irán ha comenzado a favorecer al euro en sus compraventas y eso es un insulto para el dólar que necesitó dos guerras mundiales para barrer del mapa a la libra como moneda de referencia internacional.
Dentro de todas las amenazas que se ciernen sobre los ciudadanos occidentales, Bush ha elegido a Irán. Debería estar más preocupado del cambio climático y quizás lo esté y con estas invasiones se esté preparando para el sálvese quien pueda de las futuras olas de calor. Mientras tanto, nadie en occidente le para los pies, con los que sigue pisoteando los derechos humanos.
Publicado el 21 de febrero de 2007

EL ABRAZO DE LA HUMANIDAD

EL ABRAZO DE LA HUMANIDAD

En numerosos informativos de televisión y todo tipo de publicaciones ha aparecido desde hace unos cuantos días una hermosa fotografía en la que se pueden ver dos esqueletos abrazados, mirándose fijamente a los ojos, como si estuvieran a punto de besarse. Se trata de un emotivo hallazgo realizado por un grupo de arqueólogos en la localidad itali ana de Mantua.
Todavía no se han llevado a cabo las pruebas necesarias para conocer la fecha exacta en la que vivió esa pareja. Los antropólogos físicos que colaboran en la excavación, a falta de las evidencias científicas que hallarán en un laboratorio, han asegurado que se trata de dos personas que vivieron hace más de cinco mil años.
Descubrir que los seres humanos ya se querían hace más de cincuenta siglos, en una época en la que no existían documentos escritos ni novelas románticas, mejora sin duda la imagen que tengo de la humanidad, por lo menos la imagen que tengo de nuestros antepasados cariñosos, que no de todos ellos.
Cuando se estudien a fondo los restos encontrados en la excavación arqueológica se podrá saber si eran un hombre y una mujer. Por ahora sólo se sabe que se trataba de dos personas jóvenes, porque las dentaduras de ambos muestran un desgaste leve.
Lo que no va a poder esclarecer ni la más exhaustiva prueba de biología molecular es quiénes eran realmente. Pero seguro que habrá aventurados que harán hipótesis y por eso prefiero hacerlas yo.
Podría imaginarme por un momento que se trata del presidente de una comarca o de una tribu y el líder de la oposición en un lugar donde las distintas corrientes de opinión tenían claro un acuerdo básico; que a pesar de sus diferencias estaban condenados a ser más o menos felices en el mismo territorio. Eso les unía y también mejoraba mucho las cosas el hecho de que el representante de la oposición aceptaba su derrota y que para gobernar no es necesario destruir al adversario.
Podrían ser también los líderes de dos países distintos; uno en el que había leña y otro que necesitaba mucha. Y el que la necesitaba, aunque tenía más armas y más guerreros, en vez de inventarse una supuesta traición para invadir el territorio vecino, llegaba a un acuerdo beneficioso para ambos que se sellaba con un abrazo.
También podría tratarse del representante de una dictadura ant edi luvi ana que gobernó con mano de hierro el territorio durante unos cuarenta años, con toda la crueldad y la falta de humanidad de quien desprecia la vida hum ana . Y después de asumir la responsabilidad del daño que había hecho se disculpó públicamente ante sus víctimas y se abrazó a ellas, hasta solidificar una verdadera reconciliación, que no se basaba en justificar lo que hizo sino en reconocer lo que nunca debió hacer.
O podrían ser, la hija de un acaudalado propietario y un joven inmigrante que llegó a las costas itali ana s en busca de una vida mejor, a bordo de una frágil patera y fue recibido con el cariño y la comprensión que debería merecer cualquier persona que huye de la miseria. Sean quienes sean ocurrió hace miles de años y abrazos como ese fueron la semilla de las cosas buenas que hoy hay en el mundo.

Publicado el 14 de febrero de 2007

TELE PÚBLICA, CANAL PRIVADO

TELE PÚBLICA, CANAL PRIVADO

Me gustaría d edi car esta columna a los buenos periodistas de Telemadrid, el c ana l público de la Comunidad Autónoma de Madrid que preside con mano de hierro la ex ministra y ex presidenta del Senado, Esperanza Aguirre.
Los servicios informativos de Telemadrid son una secuela perfecta del NODO con el que el régimen franquista trataba de exaltar sus logros y esconder sus vergüenzas. Telemadrid se ha convertido en los últimos años en paradigma de propaganda política, una herramienta del gabinete de prensa del Partido Popular.
El pasado sábado, durante la retransmisión de la manifestación convocada por el Foro de Ermua en Madrid, la que muchos llaman “teleesperanza” alcanzó su cota máxima de distorsión de la realidad al servicio de los políticos populares. Las más de dos horas de televisión d edi cadas a la manifestación se convirtieron en un ejercicio de exaltación de la política de confrontación del PP y de ataque a la política que el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, está llevando a cabo con respecto a la posibilidad de un fin dialogado del terrorismo de ETA.
Durante la retransmisión, algunos redactores hicieron afirmaciones como “esa negociación disfrazada de diálogo” y otras similares, a las que estamos acostumbrados en boca de Ángel Acebes o Eduardo Zapl ana .
Hace unos meses el programa de esa cadena “Alto y claro”, de Curry Valenzuela, emitió un reportaje sobre el grupo de rock Lujuria. Se trata de un grupo que entrega un porcentaje de sus beneficios a mujeres maltratadas y niños marginados. En una de sus canciones se hace una dura crítica de los religiosos que abusan de menores. Pero para Curry Valenzuela se trataba de una especie de apología de la pederastia y no de una crítica a la misma.
Al día siguiente alguien de la redacción de su programa encontró una entrevista con la Ministra de Cultura, Carmen Calvo, en la que hablaba positivamente del grupo Lujuria. Y Curry Valenzuela y sus contertulios se d edi caron a criticar a la Ministra porque estaba participando en algo que rozaba la apología de la pederastia. En ningún momento se les ocurrió comentar que lo que relataba esa canción era un hecho que ha sido condenado en numerosos países del mundo y que tiene que ver con el abuso de menores por parte de algunos religiosos católicos.
Telemadrid se ha convertido ahora en el estandarte del uso partidista de los m edi os de comunicación públicos. Una cadena que cuenta con buenos profesionales, capaces de ejercer su trabajo con un margen de independencia que haga decente su labor y que les permita hablar de la realidad, independientemente de a quien le afecte. Pero no pueden.
Acabo con una posdata. En la manifestación estaba un ex presidente del gobierno que acercó al País Vasco a cerca de 200 presos de ETA y aligeró las condenas de algunos más. José María Aznar gritaba tras una pancarta y miles de carteles en los que podía leerse “En mi nombre no”. Y él debería haber añadido: “Claro, yo sólo negocio con ETA personalmente”.
Publicado el 7 de febrero de 2007

GRANDES EXPLORADORES DE LA HISTORIA

GRANDES EXPLORADORES DE LA HISTORIA

La historia de la humanidad es en parte la historia de sus grandes viajeros, de sus aventureros, de los hombres y mujeres que decidieron ir un paso más allá. Muchos cambios importantes en el mundo han tenido que ver con el espíritu de esos exploradores capaces de adentrarse en lo desconocido y generar encuentros diferentes modos de sentir, comer, hacer la guerra o amar.
Uno de los que se considera pioneros en el mundo, al menos por la documentación escrita que dejó al respecto, fue el griego Herodoto. Su afán de geógrafo le llevó hace casi 2.500 años a viajar por el norte de África donde durante cuatro meses recorrió la cuenca del río Nilo, tratando de descifrar los jeroglíficos del imperio faraónico al tiempo que aportó la experiencia de su viaje al conocimiento geográfico e histórico.
Pero no todos los exploradores han obtenido la unanimidad de los historiadores en su reconocimiento histórico. Es el caso de Marco Polo, el mercader veneciano nacido en el siglo XIII que pertenecía a una familia de comerciantes especializados en el comercio con oriente. Se dice que fue uno de los primeros europeos en recorrer la ruta de la seda, aunque muchos cuestionan que fuera un pionero o que llevara a Italia los espaguetis.
Cristóbal Colón fue otro de los hombres capaces de marcar una época y generar un cambio trascendental en una civilización. Su viaje en el que permitió a Europa conocer la existencia de América revolucionó Occidente y abrió nuevos caminos al conocimiento de otras culturas.
El uso que se ha dado a los caminos abiertos por estos pioneros no ha sido siempre el del bien común. Sobre sus huellas tempranas han cabalgado ejércitos invasores que ensangrentaron sus espadas para construir imperios; religiones que trataban de imponerse a otras o comerciantes que aumentaban su catálogo de clientes.
Aunque en el siglo XX el conocimiento acerca de nuestro planeta se había convertido en una geografía conocida y las posibilidades de aventura eran cada vez menores, la humanidad pudo asistir a momentos que rozaron la más grande de las épicas: la conquista del Polo Sur, esa frenética carrera entre Scott y Amundsen; aquel 29 de mayo de 1953 cuando Edmun Hillary consiguió ser la primera persona que coronaba la cima del Everest o cuando el soviético Yuri Gagarin, en plena Guerra Fría, se convirtió en el primer hombre que salía de la atmósfera hasta llegar al espacio.
Los avances tecnológicos han ido reduciendo el espacio para ese tipo de aventuras. Los satélites han retratado con detalles mínimos cada palmo de este mundo esférico que habitamos. Y aun así, en pleno siglo XXI, cuando el mundo está fotocopiado y cartografiado milimétricamente, todavía hay hombres que conservan el espíritu de viajar hacia lo desconocido, de adentrarse en territorios ignotos donde no sirve un GPS para señalar el punto de llegada. Son seres ejemplares El último de todos ellos ha sido Mariano Rajoy. Recientemente ha anunciado que su partido prepara una expedición al centro moderado.  

OTROS QUE SON NOSOTROS

OTROS QUE SON NOSOTROS

Cuando una persona ha desarrollado suficientemente su personalidad sabe hacer convivir su deseo con su realidad. Eso supone la capacidad de enfrentarse a nuevas situaciones o resolver sus conflictos de una forma que le haga mejorar y le ayude a crecer. Se trata de una madurez especialmente necesaria en la sociedad actual, donde la velocidad a la que se producen los cambios impide, en muchas situaciones, digerirlos.
Le pasa al niño que ha vivido solo en casa y entra en el colegio donde tiene que aprender a compartir con otros. Le pasó a la humanidad que durante siglos resolvió sus diferencias a golpe de lanza, espada y catapulta, sacrificando millones de vidas humanas por la simple incapacidad de hacerlo de otra forma.
A veces pensamos que ese es el único modo en que la realidad puede existir y no es así. Que un conflicto lo gane el más fuerte puede considerarse un principio relativamente  universal, pero no la forma en que puede hacerlo o lo que consideramos una victoria.
La bronca colectiva entre jóvenes españoles y latin kings hace saltar una alarma. La sociedad española ha disfrutado y sufrido muchos cambios en las últimas tres décadas. Entre ellos ha sido fundamental el fenómeno migratorio que ha incorporado individuos de otras culturas con los que tenemos que convivir. Se trata de una oportunidad para los que llegan y para los que ya estaban. Pero como toda situación novedosa genera conflictos que de vez en cuando se hacen patentes.
Lo ocurrido en Alcorcón y otras ciudades es consecuencia de ese proceso. Y hay que analizar ese fenómeno como un conflicto unilateral, porque no hay dos partes, si no dos grupos que forman parte de una misma sociedad. Sólo desde esa perspectiva es posible construir una nueva relación para los que llegan y para los que están.
Ante eso hay políticos que rozan los comentarios xenófobos o los silencios xenófobos. Otros que hablan de integración, pero que no toman medidas. Y todos ellos deberían  responsabilizarse y construir cauces para que esa convivencia no genere violencia.
No se trata de decir frases huecas y tópicas. Los inmigrantes no llegan únicamente para dar beneficios a los empresarios y encerrarse en un gueto. Llegan para mejorar sus vidas y mejorar las nuestras. Para que sus hijos vayan a las universidades, se casen con nuestros hijos o nuestros nietos y desarrollen el trayecto que les hace pasar de ser otros a ser nosotros.
Existe una mentalidad que necesita una antiespaña y que no conoce otra forma de identidad que no sea la oposición a un infiel. Una mentalidad que despierta ante sucesos como los de Alcorcón, igual que un vampiro que acude a la llamada de la noche, ante el olor sangriento de la xenofobia. Cuando un individuo o un grupo se enfrentan a un conflicto tienen la oportunidad de crecer, de mejorar. Los problemas son la posibilidad de construir algo mejor. Es una responsabilidad que tenemos todos los ciudadanos, la de construir una sociedad en la que los conflictos nunca alcancen la violencia. Aunque haya pescadores que traten de hacer caja en ese río revuelto.
Publicado el 24 de enero de 2007

AL HABLAR SE HACE CAMINO

AL HABLAR SE HACE CAMINO

Cuando la actualidad atraviesa momentos complicados o de un significado especial es habitual escuchar en boca de algún político conservador una frase recurrente: “eso divide a los españoles”. Generalmente la utiliza la derecha, por inercia, acostumbrada a cuarenta años en los que los españoles se multiplicaban, se sumaban y se restaban, pero no se dividían. Esos tiempos en los que los bandos municipales prohibían hablar de política, algo que quería decir básicamente que estaba prohibida cualquier tipo de crítica a la dictadura del general Franco.
A menudo los políticos dicen frases hechas, precocinadas, que funcionan de cara a los m edi os, llegan al electorado y son útiles a sus estrategias. Pero realmente es difícil saber si se han parado a ana lizar con suficiente consideración lo que dicen, especialmente cuando se trata de chascarrillos utilizados habitualmente. Pasa lo mismo con algunas canciones cuyas letras incluso llegas a aprenderte de memoria y de pronto un día las ana lizas y te das cuenta de que aunque te gustaba no sabías realmente por qué te gustaban  hasta que te fijas con detalle en su significado.
La expresión dividir a los españoles podría dar para un extenso tratado. Por una parte se presupone que dividir a los españoles es algo malo. Un caso en el que tiene mucho que ver el peso de la guerra que en 1936 enfrento a una sociedad legitimada por unas elecciones contra un  golpe de Estado. Desde esa perspectiva la frase parece una amenaza, una previsión, un anuncio de que una trag edi a puede comenzar por esa división.
Pero la verdadera cuestión es saber si los españoles nos dividimos por las situaciones políticas o las situaciones están divididas por los españoles. Los mismos que cacarean los males de la división patria ante ciertas situaciones no lo hacen en otras, por lo que realmente no parece que su preocupación prioritaria sea esa división.
Estamos divididos por miles de cosas, porque somos diferentes: nos gustan músicas diferentes, equipos de fútbol diferentes o géneros literarios diferentes. Y esa diversidad es un valor importante y enriquecedor. Todas esas diferencias que disfrutamos están representadas políticamente en el Parlamento, que ya está dividido en grupos políticos antes de que ocurran situaciones en las que se haga patente esa diversidad.
El deseo de una sociedad uniforme, uniformada, homogénea, donde escasean las diferencias de criterio no es el que representa un sentir más democrático. Incluso un grupo puede apoyar u oponerse a ciertas cosas y hacerlo con diferentes matices a otro.
A los políticos de derechas preocupados por esas divisiones no les escucho acusar a los banqueros de no repartir su dinero y dividir a los españoles entre ricos y pobres, o luchar contra los colegios concertados que no matriculan inmigrantes y dividen a los españoles entre los que estudian con ellos y los que no lo hacen. O los que tienen una pensión que apenas les da para malcomer a fin de mes y los que derrochan lo que otros no tienen. Será quizás que lo que verdaderamente quieren es asustar a aquellos a los que han beneficiado las divisiones políticas, porque cuando no las hay nadie les defiende.
Publicado el 18 de enero de 2007

EL PESO DEL PASADO

EL PESO DEL PASADO

El arzobispo de Varsovia, Stanislaw Wielgus, ha dimitido tras conocerse que colaboró con los servicios secretos de la era comunista. Su nombre ha aparecido en diversos documentos junto al de otros once ex altos cargos de la iglesia católica polaca. Se trataba de un grupo de poder que obedecía a los intereses del régimen comunista. La prensa hizo pública esa información pocos días después de que hubiera sido nombrado arzobispo. El Vaticano ha aplaudido su decisión de abandonar el cargo y ha asegurado desconocer las actividades que Wielgus llevó a cabo durante su etapa de pluriempleo como espía.
Las autoridades polacas han recibido la noticia con buena disposición y han declarado que pretenden depurar el Estado de todos sus vínculos con el pasado en el que el régimen comunista negó las libertades. Lo ocurrido con el caso Wielgus es un claro ejemplo de que el pasado tiene consecuencias en el presente y que uno debe responsabilizarse de lo que hizo. 
Pero los ejemplos se quedan a menudo en casos aislados que no obtienen la respuesta colectiva de otras personas que deberían seguirlos y darse por aludidas. Puestos a buscar un ejemplo se me ocurre mirar hacia la iglesia católica española. Fue uno de los pilares fundamentales en los que se apoyó la dictadura franquista y una de las instituciones responsables de que en nuestro país se diseñara un régimen de apartheid en el que una parte de la sociedad tenía todos los derechos y una gran ayuda del Estado y otra parte de la sociedad que por sus ideas fue condenada a convertirse en una casta inferior, perseguida y condenada a una dura trag edi a en el mundo terrenal.
La Iglesia católica fue uno de los principales agentes represores de nuestro país. Franco le entregó la potestad, g ana da con un des pia dado apoyo durante la guerra de 1936, para educar a los españoles y decidir en el infierno terrenal de la España franquista dónde estaba el bien y dónde estaba el mal.
Ese apoyo es posible que fuera acompañado de una labor de espionaje al servicio del régimen. Los confesionarios eran refugios especiales para los dobles agentes en los que en muchas ocasiones fueron cultivados los réquiem de muchos campesinos españoles.
Pero los responsables de la iglesia católica española no se han arrepentido pública y notoriamente de su pasado de apoyo a la dictadura. Educaron en la culpa y la auto represión a millones de españoles, construyeron un marco teórico por el que las mujeres fueron anuladas en su función social y condenadas a una extrema dependencia de los hombres y obtuvieron a cambio opulentos privilegios que han conseguido conservar tras treinta años de democracia.
Recientemente en una pastoral la iglesia española acusó al Gobierno de hacer una mirada selectiva del pasado con su ley de memoria histórica. Lo dice la misma Iglesia que no ha reconocido a los sacerdotes que murieron por oponerse al golpe militar franquista. Los mismos que seleccionaron a los “caídos por Dios y por España” en sus iglesias. La sabiduría popular vuelve a dar en la di ana : el que tuvo, retuvo.
Publicado el 10 de enero de 2007

EL AÑO DE LAS PERAS EN LOS OLMOS

Estoy encantado de poder escribir esta última columna de este magnífico año que podría ser considerado como uno de los mejores de nuestra historia. Han pasado tantas cosas buenas que me cuesta decidir por cuál empezar. Pero como el espacio que tengo es limitado trataré de ir al grano. 

Una de las cosas que me alegran es la ley que evita la corrupción urbanística. Ya es hora de que una parte de la hipoteca que pagaré durante treinta años no vaya al bolsillo de un mal concejal de urbanismo o un alcalde recalificador de su cuenta bancaria. Me alegró especialmente que el PP cambiara su discurso político; ya no discuta de las formas y lo haga de los contenidos. Casos como el de las bodas entre personas del mismo sexo son fundamentales; hablar de derechos y no quedarse en patalear por cómo se llaman esos derechos. Eso llevó incluso a que los populares decidieran apoyar al Gobierno en el proceso de paz y puso las cosas bastante más fáciles. 

También fue importante la rectificación del gobierno de Zapatero en la llamada ley de memoria histórica. Tras una dura polémica el PSOE la corrigió y promovió una ley justa que colocó a la dictadura franquista en el lugar que merece dentro de nuestra historia. Todavía no he dejado de celebrar el fin de la relación económica de la Iglesia católica y el Estado. El Ministerio de Hacienda ya no pasará el cepillo para los obispos en la declaración de hacienda de todos los españoles, algo que parecía inconstitucional. Los obispos se autofinancian, se auto recaudan y pagan los mismos impuestos que el resto de ciudadanos: el IVA o el de bienes inmuebles. ¡Ahora  casi somos europeos! 

Impresionate me pareció el enfrentamiento entre Miguel Ángel Moratinos y Condoleezza Rice. Nuestro Ministro de Asuntos Exteriores retiró el permiso para que los aviones de la CIA utilicen los aeropuertos españoles en su campaña de violaciones de derechos humanos y Zapatero amenazó a Bush con un bloqueo económico. 

Ni que decir tiene que la fiscalía de los accidentes laborales me ha parecido positiva. Y la subida del sueldo mínimo interprofesional para que no sea el penúltimo de la Unión Europea. Y el aumento en la inversión en la sanidad y le enseñanza pública. Y el abaratamiento de la vivienda.  Pero lo que más me ha emocionado este año ha sido la rueda de prensa en la que Acebes, Zaplana, Rajoy y Aznar pidieron perdón por la manipulación informativa que llevaron a cabo tras el atentado del 11 de marzo de 2004. Un ejemplo de rectificación e higiene democrática. Sé que faltaba Alfredo Urdaci pero no se le pueden pedir peras al olmo. Especialmente significativo el discurso de Aznar y en concreto el momento en el que reconoció que no debería haber llamado a los directores de los periódicos para insistir en su versión de los hechos.

Usted y yo sabemos que mañana es el día de los inocentes y que me he adelantado unas horas. Lo que hasta aquí he escrito es pura fantasía. Pero no lo es el hecho de que pienso guardar esa columna por si algún día puedo volver a publicarla como el resumen informativo de un año especial. Feliz 2007.

Publicado el 27 de diciembre de 2006

CUENTO DE NAVIDAD

CUENTO DE NAVIDAD

Daría muchas cosas por asistir a la reunión que van a tener pasado mañ ana , viernes, el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero y el líder de la oposición, Maria no Rajoy. Después de tantos meses de bronca política va a ser sin duda un encuentro entrañable entre dos hombres condenados a rechazarse y a entenderse.
Imagino que ante las cámaras los dos sonreirán, al tiempo que se estrechan la mano con mucha más afabilidad de la que realmente comparten. Eso dará m edi da de lo importante que es la interpretación en los escenarios políticos.
Presiento que una vez detrás de las cámaras los dos líderes entrarán en un despacho, acompañados por algunos asesores. Allí, después de carraspear insistentemente, activarán los puentes que existen tendidos entre ellos y que no solemos ver los que componemos esa masa compleja que se denomina opinión pública.
Evidentemente la reunión se centrará en el proceso de paz, abierto tras el anuncio de alto el fuego permanente que hizo la banda terrorista ETA el pasado 22 de marzo. La negociación se encuentra en un momento difícil. La banda ha cumplido su alto el fuego desde entonces y posiblemente está reclamando al Gobierno que mueva ficha.
Recientemente corrió la noticia de que ETA podía poner fin a su alto el fuego. Quizás ese rumor forma parte del recorrido preparado para el proceso de paz. Podría tratarse de generar un contexto en el que la mayoría de la sociedad acepte que el Gobierno vaya dando pasos y atienda algunas de las demandas de la banda terrorista.
El problema del Gobierno es cubrir la hoja de ruta con el menor coste político o con la mayor rentabilidad electoral. Las fichas que tiene que mover los hombres y mujeres de la Moncloa son principalmente dos: el acercamiento de presos al País vasco y la participación de la ilegalizada Batasuna en las elecciones municipales del próximo mes de mayo.
Cualquiera de esas dos m edi das va a producir la misma reacción por parte de Maria no Rajoy. El Partido Popular movió y excarceló varias docenas de presos de ETA en su negociación del año 1998. Pero en su actitud actual rechazará cualquier cesión a los terroristas y repetirá su discurso de que Zapatero se ha rendido a la banda armada y sigue los dictados de ETA.
Si la oposición fuera más coherente con lo que hizo cuando gobernaba y no pensara en la rentabilidad política que le puede dar este proceso todo sería más sencillo. Pero lo que se juega en esa negociación tiene mucho que ver con la identidad política que el PP ha producido y reproducido desde su fundación.
La mayoría de la sociedad quiere que el terrorismo termine y está dispuesta a comprender que el Gobierno negocie y eso suponga que se produzcan cesiones a las demandas de ETA; lo que se hace en las negociaciones.
El equipo de la presidencia del Gobierno ha elegido para la reunión el día del sorteo de la lotería de Navidad. Así, los brindis de los premiados se mezclarán en las portadas con las consecuencias de ese encuentro. Veremos qué toca.
Publicado el 20 de diciembre de 2006