CUENTO DE NAVIDAD
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Daría muchas cosas por asistir a la reunión que van a tener pasado mañ ana , viernes, el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero y el líder de la oposición, Maria no Rajoy. Después de tantos meses de bronca política va a ser sin duda un encuentro entrañable entre dos hombres condenados a rechazarse y a entenderse.
Imagino que ante las cámaras los dos sonreirán, al tiempo que se estrechan la mano con mucha más afabilidad de la que realmente comparten. Eso dará m edi da de lo importante que es la interpretación en los escenarios políticos.
Presiento que una vez detrás de las cámaras los dos líderes entrarán en un despacho, acompañados por algunos asesores. Allí, después de carraspear insistentemente, activarán los puentes que existen tendidos entre ellos y que no solemos ver los que componemos esa masa compleja que se denomina opinión pública.
Evidentemente la reunión se centrará en el proceso de paz, abierto tras el anuncio de alto el fuego permanente que hizo la banda terrorista ETA el pasado 22 de marzo. La negociación se encuentra en un momento difícil. La banda ha cumplido su alto el fuego desde entonces y posiblemente está reclamando al Gobierno que mueva ficha.
Recientemente corrió la noticia de que ETA podía poner fin a su alto el fuego. Quizás ese rumor forma parte del recorrido preparado para el proceso de paz. Podría tratarse de generar un contexto en el que la mayoría de la sociedad acepte que el Gobierno vaya dando pasos y atienda algunas de las demandas de la banda terrorista.
El problema del Gobierno es cubrir la hoja de ruta con el menor coste político o con la mayor rentabilidad electoral. Las fichas que tiene que mover los hombres y mujeres de la Moncloa son principalmente dos: el acercamiento de presos al País vasco y la participación de la ilegalizada Batasuna en las elecciones municipales del próximo mes de mayo.
Cualquiera de esas dos m edi das va a producir la misma reacción por parte de Maria no Rajoy. El Partido Popular movió y excarceló varias docenas de presos de ETA en su negociación del año 1998. Pero en su actitud actual rechazará cualquier cesión a los terroristas y repetirá su discurso de que Zapatero se ha rendido a la banda armada y sigue los dictados de ETA.
Si la oposición fuera más coherente con lo que hizo cuando gobernaba y no pensara en la rentabilidad política que le puede dar este proceso todo sería más sencillo. Pero lo que se juega en esa negociación tiene mucho que ver con la identidad política que el PP ha producido y reproducido desde su fundación.
La mayoría de la sociedad quiere que el terrorismo termine y está dispuesta a comprender que el Gobierno negocie y eso suponga que se produzcan cesiones a las demandas de ETA; lo que se hace en las negociaciones.
El equipo de la presidencia del Gobierno ha elegido para la reunión el día del sorteo de la lotería de Navidad. Así, los brindis de los premiados se mezclarán en las portadas con las consecuencias de ese encuentro. Veremos qué toca.
Publicado el 20 de diciembre de 2006
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