Blogia
OTRA MIRADA

MEJOR CON MEMORIA

MEJOR CON MEMORIA
La Ley de Memoria Histórica que llevaba tres años recorriendo el limbo parlamentario parece que verá la luz antes de que termine esta legislatura. Siete partido políticos están dispuestos a aportar los genes de su paternidad, para que por primera vez el Estado ofrezca reconocimiento a los miles de hombres y mujeres para los que la destrucción democrática del general Franco supuso una trag edi a.
Ya era hora de que se abriera en condiciones un debate acerca del pasado reciente. Los países de nuestro entorno europeo hace años que se preocupan por ana lizar sus orígenes recientes. Es la mejor forma de conocer la identidad que tenemos y saber cómo y hacia dónde podemos ir.
En estos años de recuperada democracia, tras la muerte de Franco, miles de personas que padecieron la dictadura han muerto sin ningún reconocimiento de las instituciones. En cualquier país que valore su democracia los hombres y mujeres que lucharon por recuperar la libertad.
El Partido Popular se ha opuesto frontalmente a la ley. Los argumentos de la derecha mayoritaria son una demostración del uso político de la doble moral. Rajoy, Acebes y Zaplana dicen que la sociedad española hace tiempo que decidió mirar hacia el futuro. Lo dicen los miembros de un partido que cuando formaron parte del gobierno de Aznar financiaron a la Fundación Francisco Franco con dinero público y asistieron en el Vaticano a numerosas canonizaciones de mártires católicos de la guerra civil, demostrando que hay un pasado que sí les parece bueno mirar.
Los argumentos que repiten son muletillas. “La ley de memoria histórica divide a los españoles”. Es una frase efectiva si uno no piensa en lo que significa y se deja llevar por la permanente amenaza de que nos dividamos. Pero resulta que los españoles estamos permanentemente divididos porque no formamos parte de una masa uniforme. Estamos divididos entre ricos y pobres, en gente más y menos educada, en gente que vive en el campo y que vive en la ciudad.
También acostumbran a decir que el Gobierno ha dividido al Congreso de los Diputados promoviendo esta ley. Pero resulta que somos los españoles los que dividimos con nuestros votos el Parlamento. En concreto, tras las últimas elecciones de marzo de 2004, los electores de todo el Estado decidimos que los 350 diputados electos se dividieran en nueve grupos.
Son formas de desviar la atención y no hablar sobre la responsabilidad que tiene el Estado para reparar a los miles de hombres y mujeres que padecieron la represión; para eliminar los cientos de calles y monumentos d edi cados a militares y civiles que secuestraron la democracia de este país durante cuarenta años; para buscar a los miles de desaparecidos que todavía permanecen en fosas comunes; para enseñar en los colegios una historia que millones de ciudadanos desconocen y para construir una sociedad que cuando se refiera a los demócratas, hable de los hombres y mujeres que no soportaban una vida sin libertad y se jugaron la suya para que todos la tuviéramos.

Publicado el 10 de octubre de 2007

1 comentario

REBECA FERNANDEZ MORAN -

He escuchado tu razonamiento en una entrevista en tv, lo encuentro coherente con tus declaraciones casi dos años antes en el ciclo en la Filmoteca Española en tu intervención al caso del ciclo de "Imágenes para el olvido" y, así mismo yo no podré olvidar, a mi vez, aquel entro y este reencuentro con una verdad buscada que nos afecta más de lo que pudiera parecer; puesto que ayuda a delimitar el ámbito y la temporalidad de la justicia.