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OTRA MIRADA

RABOS DE PASA

Cuando se me olvidaba algo, y por mucho que intentaba recordarlo no lo lograba, mi abuela siempre me decía lo mismo: “Rabos de pasa”. Según la tradición popular ese era el sencillo remedio contra los olvidos. Con ingerir unas cuantas hebras secas de uva el cerebro alcanzaba la precisión del disco duro de mi ordenador.

La sociedad española tiene graves problemas de memoria y aunque son miles las hectáreas dedicadas al cultivo de la uva, harían falta muchas más cosas que todos esos rabos de pasa juntos para solucionar ese problema.

Esos problemas se evidencian con ciertos acontecimientos políticos. Con el tema de la negociación con ETA ha sido muy evidente. Hace algo más de siete años este mismo periódico llevaba en su portada la noticia de que José María Aznar había abierto el diálogo con ETA. Por aquel entonces era Ministro del Interior Jaime Mayor Oreja, que no hizo ningún amago de abandonar un gobierno que estaba iniciando negociaciones con terroristas.

El ex presidente del gobierno se manifestaba el pasado sábado junto a miles de personas que rechazaban esa negociación. Como si de su cerebro se hubieran borrado aquellos días en los que su gobierno inició el mismo proceso negociador en el que se encuentra el presidente Zapatero. En todo caso, Aznar debería enfadarse porque el actual gobierno imite su política con el tema del terrorismo y la negociación con los nacionalismos vasco y catalán.

La derecha española tiene una memoria difusa y bastante complicada. El otro día un amigo me comentaba algo que tiene mucho que ver con esto. Decía que cuando se dice que ETA lleva tres años sin matar, ¿por qué no sale nadie del PP a decir que atentaron hace menos de dos años en Atocha? Y la verdad, es curioso que después de haber estado un año y medio tratando de convencernos de que el 11-M no fue responsabilidad del terrorismo islamista, tengan ese lapsus.

La manifestación del pasado 25 de febrero evidenció la operación política del Partido Popular con respecto a las víctimas. Cuando el gobierno popular inició los contactos con la banda terrorista ETA, a la que Aznar llegó a llamar Movimiento de Liberación, algunos sectores de las víctimas no sintieron la ofensa que muestran ahora. Es curioso que el mismo proceso cambie de tal modo su reacción dependiendo de las siglas políticas de quien reside en el Palacio de la Moncloa.

También pasa algo parecido con Mariano Rajoy. Con respecto a la actual política del gobierno no para de decir que Zapatero está rompiendo el espíritu de la transición. No se debe dar mucha cuenta de lo que habla. El espíritu de la transición tuvo uno de sus ejes fundamentales en la negociación con una banda armada que gobernó este país durante casi cuarenta años. Los torturadores, los asesinos, los que se apropiaron de bienes que no eran suyos, entraron en la democracia sin pasar por un banquillo. La sociedad española y las víctimas del franquismo pagaron un importante precio político para poder vivir en democracia.

Publicada el 1 de marzo de 2006

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