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OTRA MIRADA

TELE PÚBLICA, CANAL PRIVADO

TELE PÚBLICA, CANAL PRIVADO
Me gustaría d edi car esta columna a los buenos periodistas de Telemadrid, el c ana l público de la Comunidad Autónoma de Madrid que preside con mano de hierro la ex ministra y ex presidenta del Senado, Esperanza Aguirre.
Los servicios informativos de Telemadrid son una secuela perfecta del NODO con el que el régimen franquista trataba de exaltar sus logros y esconder sus vergüenzas. Telemadrid se ha convertido en los últimos años en paradigma de propaganda política, una herramienta del gabinete de prensa del Partido Popular.
El pasado sábado, durante la retransmisión de la manifestación convocada por el Foro de Ermua en Madrid, la que muchos llaman “teleesperanza” alcanzó su cota máxima de distorsión de la realidad al servicio de los políticos populares. Las más de dos horas de televisión d edi cadas a la manifestación se convirtieron en un ejercicio de exaltación de la política de confrontación del PP y de ataque a la política que el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, está llevando a cabo con respecto a la posibilidad de un fin dialogado del terrorismo de ETA.
Durante la retransmisión, algunos redactores hicieron afirmaciones como “esa negociación disfrazada de diálogo” y otras similares, a las que estamos acostumbrados en boca de Ángel Acebes o Eduardo Zapl ana .
Hace unos meses el programa de esa cadena “Alto y claro”, de Curry Valenzuela, emitió un reportaje sobre el grupo de rock Lujuria. Se trata de un grupo que entrega un porcentaje de sus beneficios a mujeres maltratadas y niños marginados. En una de sus canciones se hace una dura crítica de los religiosos que abusan de menores. Pero para Curry Valenzuela se trataba de una especie de apología de la pederastia y no de una crítica a la misma.
Al día siguiente alguien de la redacción de su programa encontró una entrevista con la Ministra de Cultura, Carmen Calvo, en la que hablaba positivamente del grupo Lujuria. Y Curry Valenzuela y sus contertulios se d edi caron a criticar a la Ministra porque estaba participando en algo que rozaba la apología de la pederastia. En ningún momento se les ocurrió comentar que lo que relataba esa canción era un hecho que ha sido condenado en numerosos países del mundo y que tiene que ver con el abuso de menores por parte de algunos religiosos católicos.
Telemadrid se ha convertido ahora en el estandarte del uso partidista de los m edi os de comunicación públicos. Una cadena que cuenta con buenos profesionales, capaces de ejercer su trabajo con un margen de independencia que haga decente su labor y que les permita hablar de la realidad, independientemente de a quien le afecte. Pero no pueden.
Acabo con una posdata. En la manifestación estaba un ex presidente del gobierno que acercó al País Vasco a cerca de 200 presos de ETA y aligeró las condenas de algunos más. José María Aznar gritaba tras una pancarta y miles de carteles en los que podía leerse “En mi nombre no”. Y él debería haber añadido: “Claro, yo sólo negocio con ETA personalmente”.
Publicado el 7 de febrero de 2007

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