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OTRA MIRADA

¿CAMBIOS DE CRITERIO?

La primera declaración pública que escuche fue esta. “Si los únicos que han sido inflexibles, los únicos que han sido inmovilistas, los únicos que han sido irracionales; tomasen la decisión de dejar de serlo, de dejar la violencia, yo sabría ser generoso”.
Después oí otra, en la que la denominación de la banda armada había cambiado considerablemente: “Yo he querido que los ciudadanos españoles supieran y tengan muy claro que el gobierno y yo personalmente, he autorizado contactos con el Movimiento Vasco de Liberación”.
Y exactamente hace dos días, la última. “Muchos de nosotros no aceptamos ninguna negociación política ni mucho menos que ésta se vincule, ni indirecta ni directamente, con que ETA mate o deje de matar... Muchos de nosotros no queremos que los aprendices de brujo pongan en peligro el terreno que España, el Estado de Derecho y la propia sociedad española, con su movilización y su solidaridad, han ganado para la libertad. Sabemos lo que ha costado y no vamos a renunciar a ello.”
Aunque no lo parezca, las tres declaraciones han sido hechas por la misma persona. Se trata del ex presidente del gobierno José María Aznar. Las dos primeras fueron hechas en marzo y noviembre de 1998, cuando el gobierno del Partido Popular inició contactos con la banda terrorista y Aznar aseguró que “sabría ser generoso”. La última fue hecha el pasado lunes y en ellas aludió sin descanso a lo temibles y terribles que son las negociaciones que actualmente se están llevando a cabo para el fin de la violencia terrorista de ETA.
Viendo cómo Aznar inició negociaciones y cómo ahora califica las actuales de proceso de “sumisión y rendición a los terroristas”, hay cosas que no entiendo. ¿Por qué una negociación es buena cuándo él estaba dispuesto a ser generoso con los terroristas y mala cuando la gestiona otro partido? ¿Por qué si Aznar aumenta considerablemente las competencias de Cataluña, como hizo en el año 98, no se rompe España y sí se fractura si se aprueba un Estatut como el catalán?
La derecha española del Partido Popular, entre otras cosas, por sus estrechos vínculos con la Iglesia católica, conoce a la perfección las artes de la doble moral. Y está dispuesta a cargarse una negociación similar a la que ellos iniciaron, por el bien de sus exclusivos intereses electorales. Si no se ve su actual reacción desde ese punto de vista, resulta incomprensible que el ex presidente del gobierno, que no exigía entonces la entrega de armas y estaba dispuesto a tener como interlocutor a Herri Batasuna, monte ahora en cólera.
Hay que reconocer que no todos los cambios de criterio son negativos. En esa última intervención pública, Aznar aseguraba que “ETA lleva tres años sin matar”. El atentado del 11M ocurrió hace dos años y dos meses y medio. Parece que el ex presidente del gobierno ya ha reconocido la verdadera autoría de los atentados de Atocha. Y eso es positivo, aunque no sepamos cuánto tiempo le durará esa certeza.
Publicado el 28 de junio de 2006

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